Hoy soñé que me despertabais.
Bruno y Sandra, mis hijos, mis niños. Cuatro años que estáis a puntito de cumplir. Y os adoro.
Os adoro a pesar de que son las 7 de la mañana, apenas despunta el sol y estáis montando jarana en mi cama. "¡Venga, mamá, que ya es de día!"
Me encantaría congelar este momento. Hay cantidad de momentos que me encantaría congelar, porque sabes que nunca volverán a ser igual.
En este caso esta entrega, esta admiración y confianza. Este amor incondicional.
Nos levantamos, vamos abriendo juntos cortinas y ventanas. Y van descubriendo cada cosa, cada detalle, como si fuera la primera vez. Y comentando absolutamente todo. Me quejo, pero me encanta este jaleito.
Hoy haremos galletas, y luego nos vamos a la sierra, a caminar (a cansaros), a ver flores y pájaros.
Ha sido tan real...
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Pues eso, que ayer hice mis primeras galletas, y ando emocioacojonada. Emocionada porque me quedaron cojonudas, modestia aparte. Acojonada porque si ya soy zampabollos de salado, si me apaño con el dulce... ¡Es el fin! Bueno, total, el fin del mundo (21DEC12, mi cumple) está cerca, así que si vamos a morir todos, disfrutemos.
No me suele gustar el dulce empalagoso. Por eso me encantan los postres y dulces con cítricos, se me hacen más "ligeros".
Si soy anárquica en lo salado, en lo dulce también. A pesar de lo que dicen siempre. A mí, mi abuela nunca me habló de gramos, sólo de texturas, de proporciones. "la que admita" es una medida obtusa pero una vez que estás manos a la obra lo entiendes.
Ayer me salieron 13 galletas, nada más. Cada vez cocino menos cantidad, para no saturarme, o para no comer tantísimo.
La proporción es, aproximadamente 40% de harina, 25% de azúcar, 25% de mantequilla. El resto yema de huevo, ralladura de lima, semillas de amapola y hierbabuena fresca.
Ayer utilicé 120g de harina (utilicé normal, no de repostería, no tenía otra), 60g de azúcar, 60g de mantequilla, una yema de huevo, la ralladura de una lima y la misma cantidad de semillitas de amapola que de ralladura de lima.
Primero, mezclé la mantequilla y el azúcar, hasta formar una pasta (que me comería a lametazos), mira:
Por otro lado, mezclo el huevo, la ralladura de lima y las semillas de amapola:
¡Coño, la hierbabuena! Quiero que de sabor, pero no textura, para eso tengo que macharcarla en un mortero. Para facilitar la labor, mezclo con un poco de zumo de lima e incoporo a la masa.
¡Madre mía, cómo huele!
Ah, a todo esto ya voy encendiendo mi mierdahorno, que es lento y malucho. Lo pongo supuestamente a 200ºC arriba y abajo. En uno normal sería a unos 170-180º.
La masa tiene que coger esta textura:
Pues ya tengo mi pelotita de masa de galletas. Como quiero que se impregne de todas las esencias, la dejo reposar en film transparente en la nevera unos 20 minutos.
Coloco la rejilla de El Amasadero (que NO sirve para horno, pero que soy una salvaje y vuelvo loca a Andrés) con papel de horno y reparto bolitas aplastadas.
Las meto en el horno entre 8-10 minutos, lo que tardas en limpiar el estropicio de cocina. En cuanto cogen un poco de color, apago el horno, abro la puerta y dejo que poco a poco se vayan enfriando.
Y mirad ¡qué preciosidad!
Pues eso es todo. Muchas gracias por leer y ¡océanos de amor!! :)
Pues tendrás una mierda de horno, pero te han quedado perfectas. El sabor me lo imagino...un bico
ResponderEliminarComo tienen que estar estas galletas, madre mía...
ResponderEliminarArtista, un besazo
seguro que tienen un olorcito estupendo!
ResponderEliminarNo te conocia, me ha parecido precioso tu post. Me quedo como seguidora, para no perderme nada. bss Acaramelada
ResponderEliminarñan ñan , que ricaaaa
ResponderEliminarseguro que estan deliciosas... te aseguro que me has transmitido en tus palabras el rico olor que desprenden...
ResponderEliminarbesazooooooos
conlatripallena.blogspot.com
El toque de la hierbabuena tiene que ser muy especial. Tienen muy buena pinta así que me apunto la receta.
ResponderEliminarUn besito desde Las Palmas.